Digamos que no hay que ser agorero para predecir incendios, solo hay que referirse a lo que dicen los datos que entrega la ciencia.
Ya analizamos que estamos en un fenómeno del Niño muy fuerte, nunca visto antes, con olas de calor que aun no se ven en la región y se esperan todo el verano austral.
También las experiencias pasadas dejaron impreso en la memoria el 30, 30, 30, treinta grados Celsius de calor, 30% de Humedad relativa y 30k/h de viento como la condición ideal para incendios en Valparaíso.
Ha llovido intensamente en el último mes, cosa poco común, lo que a impulsado el crecimiento alto de los pastos y malezas por todos lados.
Esos pastos se secarán luego, en enero, y serán la carga combustible inicial, de muy rápida combustión y en frentes muy anchos para el origen de fuego.
Se necesitan al menos 50 m despejados entre las partes habitadas y las posibles franjas de fuego, pero recorriendo, se ven a simple vista pastos de casi un metro pegados a las casas de campamentos, tomas y bordes de la ciudad, construidos además con cargas combustibles, madera en muros, techos y mobiliario.
Los miles de eucaliptus quemados han reverdecido, es su ciclo natural en Australia, de donde viene como árbol introducido para crecimiento rápido. Las hojas del eucaliptus (y las espículas del pino radiata, hacen pirolisis: emiten gas combustible) rápidamente con el calor del fuego cercano y el incendio explota sobre las copas de los árboles y transita hasta a 30 k/h, según sean los vientos, generalmente sur oeste y sur. Vientos que con el calor y la pendiente del sur de Valparaíso aceleran su velocidad.
Admitamos todos los incendios entorno y en la ciudad, tiene causas humanas: quemas prohibidas, fogatas de campamento, chispas asados, chispas de soldaduras, tendidos eléctricos mal supervisados por las respectivas empresas, malas intensiones inmobiliarias, pirómanos, automovilistas irresponsables fumando y tirando por la ventana sus colillas, incendios domésticos incontrolados, fugas de gas, escapes de combustibles, choques.
Todo bombero y forestal sabe (o debiese saber) el triangulo del fuego: Solo si se cumplen simultáneamente los tres lados del triangulo hay fuego, quitando cualquiera el fuego se apaga.. Un cateto corresponde la masa o carga combustible, el otro es el calor suficiente (temperatura de ignición para el combustible) y el tercero es el acceso al oxigeno (del aire). Por lo tanto, para apagar un fuego, se puede quitar de allí el combustible, enfriar (que es lo que hace el agua de las mangueras) o tapar el oxígeno que se logra cubriendo la llama, en una industria con polvo de extintor, agua y en el terreno difícil en los cerros, paleando tierra sobre el fuego. De la física básica se tienen entonces, tres herramientas para controlar un fuego. Destacando que la principal y más abundante es la carga combustible, árboles, pastizales, mucha basura, electrodomésticos, colchones, ropa usada, escombros combustibles, chamiza de los bosques, que corresponde a ramas y hojas secas, que fue lo que el viento hizo volar kilómetros en el gran incendio de 2010 ( El dragón forestal).
Los cortafuegos de hasta 100m los he visto fracasar con vientos de 30 km/h. (incendio Puertas Negras) El fuego las chipas, las hojas encendidas, viajan largas distancias; eso se vio en el gran incendio de Valparaíso donde los habitantes veían pasar el fuego por el aire sobre sus cabezas.
Los bosques abandonados detrás del camino La Pólvora, han acumulado en el suelo ramas, y hojas: chamiza, como para nuevamente hacer llover fuego sobre la cuenca de Valparaíso, no hay cortafuegos suficientes en torno a las áreas pobladas, los asentamientos irregulares crecen todos los días desde Placeres, Rodelillo, hasta Quebrada Verde sobre Playa Ancha. Mas aun, Laguna Verde ha crecido de modo insólito, dentro de un bosque de pinos y eucaliptos, pastizales, sin agua ni servicios regulares. Casi 50.000 personas en zonas de altísimo riesgo.
El incendio es parte del ambiente histórico de la ciudad, pero ahora es más gente en los cerros, que están expuestas al fuego incontrolado. Aquí hay una responsabilidad primero, del gobierno regional (el Estado), luego del municipio, las juntas de vecinos, el habitante y por supuesto, que tanto bomberos como las brigadas contra incendios de CONAF requerirán mas gente, equipos e insumos.
Valparaíso ha sido bueno llorando sus catástrofes luego de que ocurren, pero hoy hay mas ciencia, tecnología, equipos y experiencia acumulada para al menos intentar evitarlas, se requiere urgente un plan comunal, de educación, financiamiento, equipamiento y preparación. Queda un mes para la temporada, con el agregado que de acuerdo a los progresos del fenómeno Niño, los 30-30-30 para Valparaíso tendrán mas recurrencia.
Mcs. ing. Pedro Serrano Rodríguez
Director Unidad de Arquitectura Extrema UTFSM
Miembro del Foro de Altos Estudios Sociales de Valparaíso
Presidente directorio de Fundación TERRAM para el desarrollo sustentable
Miembro Comité Científico Fundación Interuniversitaria para la sustentabilidad territorial del CRUV.
Socio de ACHIDE Asociación Chilena del Espacio.
Fellow de Ashoka
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