El Cinearte Viña del Mar fue el escenario de 8x8x8: Encuentros de Arquitectura de Costa a Costa, instancia académica que congregó a destacadas escuelas de arquitectura de la región. La actividad fue organizada en colaboración con el Campus Creativo de la Universidad Andrés Bello, la Universidad de Valparaíso, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, la Universidad Católica del Uruguay y nuestra universidad, a través del Departamento de Arquitectura.
El encuentro reunió a profesionales y académicos de Chile y Uruguay en un espacio de reflexión compartida sobre los desafíos de la arquitectura contemporánea, sus múltiples enfoques y el rol de las universidades en la construcción de pensamiento crítico y propuestas innovadoras.
Cuatro bloques de reflexión sobre la arquitectura contemporánea
La jornada se organizó en cuatro bloques temáticos. El primero abrió el diálogo sobre la importancia de las carreras de arquitectura y sus enfoques académicos, poniendo en discusión cómo cada institución aborda la formación de futuros profesionales en un contexto de cambios sociales y urbanos cada vez más complejos.
El segundo bloque, titulado Digitalización y Comunicación, tuvo como protagonistas a los profesores de la USM David Avilés y Katherine Cáceres. Cáceres, también exalumna del Departamento, expuso sobre la labor de DumDum Lab, que dirige junto a Francisco Calvo, exalumno y actual profesor del Departamento, como un laboratorio de exploración en arquitectura avanzada y manufactura digital. Destacó cómo, a través de ejercicios prácticos en distintas escuelas del país, han logrado adaptar herramientas digitales a la disponibilidad de recursos materiales de cada caso, lo que obliga a repensar modos de construir y abrir nuevas formas de fabricación digital.
Por su parte, David Avilés —exalumno y académico USM— ofreció una reflexión crítica sobre el espacio urbano-regional desde la perspectiva de la economía política, destacando cómo esta ha moldeado realidades en la Patagonia chilena. Explicó que la producción de la naturaleza y del espacio ha configurado territorios y formas arquitectónicas que determinan el devenir de los procesos de desarrollo. De esta forma, el espacio urbano-regional es, al mismo tiempo, una expresión de la materialización de los procesos económicos y un componente activo para su reorganización a través del tiempo, formando así, lo que el geógrafo brasileño Milton Santos denominó rugosidad espacial. Entender cómo el espacio es producido en el contexto amplio de los procesos económicos y sociales resulta fundamental para avanzar en la compresión de los desafíos sociales actuales, enfatizó. El bloque 3, orientado a la Investigación en Docencia, puso en valor la producción académica vinculada a la enseñanza de la arquitectura. Se presentaron experiencias que abordan la innovación pedagógica, el cruce entre teoría y práctica, y la manera en que los talleres de arquitectura se convierten en espacios de experimentación y generación de conocimiento aplicado.
Finalmente, el bloque 4, dedicado a la arquitectura como obra, abrió la conversación hacia la práctica profesional y la materialización de proyectos concretos. Se compartieron ejemplos que cruzan lo académico con lo profesional, destacando cómo las investigaciones y ensayos desarrollados en la universidad pueden proyectarse en obras reales que transforman el territorio. Este bloque permitió revisar experiencias de diseño, construcción y gestión, mostrando cómo la arquitectura mantiene su vigencia como disciplina que articula estética, técnica y compromiso social en el espacio construido.
Un espacio de encuentro y aprendizaje
La realización del 8x8x8 en Viña del Mar no solo ofreció un espacio de exposición académica, sino también de diálogo entre estudiantes, docentes y profesionales. La diversidad de miradas aportadas desde distintas universidades y países permitió comprender la arquitectura como un campo en constante transformación, atravesado por realidades territoriales, sociales y tecnológicas.
El encuentro reafirmó la importancia de construir puentes entre la práctica y la academia, entre la formación disciplinar y las necesidades de las comunidades, consolidando un espacio que proyecta nuevas formas de habitar y de pensar el territorio en América Latina.