Con gran orgullo, la comunidad universitaria celebra el destacado desempeño de los estudiantes de Arquitectura de la Universidad Técnica Federico Santa María, quienes obtuvieron el primer y segundo lugar en el XV Concurso Nacional de Estructuras (CNDE). La competencia, organizada desde 1998 por estudiantes de Ingeniería Civil y Construcción Civil, se desarrolló el pasado 9 de octubre en Casa Central USM.
Este concurso es una instancia en la que se reúnen estudiantes de distintas instituciones y niveles para poner a prueba toda su creatividad, talento y habilidades manuales con el fin de resolver un desafío estructural, un problema práctico mediante la aplicación de los principios fundamentales de la física, las ciencias la ingeniería y el diseño, a través del trabajo en equipo y de la integración de habilidades complementarias y conocimientos técnicos que un profesional de alto nivel debe poseer.
El Equipo de Campus San Joaquín
Integrado por Cristóbal Vial, Tomás García y Jorge Cárter, el equipo de San Joaquín se coronó campeón tras un proceso de preparación que combinó rigor técnico, trabajo colaborativo y un fuerte espíritu de superación.
“Participamos por primera vez en el CNDE hace dos años, para la versión del 2023. Nos inscribimos sin saber muy bien a qué nos enfrentábamos y tras una semana de jornadas de trabajo bastante rudimentario y manual, nos presentamos en Casa Central, para obtener un quinto lugar. Habiendo aprendido de los errores, y entendiendo qué aspectos debíamos mejorar, participamos nuevamente el año siguiente, no obteniendo puesto en el podio por segunda vez.
“Este año, sumamos todo nuestro aprendizaje y conocimiento para fabricar una estructura que nos llevara a la victoria. Entendimos como habían fallado las versiones anteriores, aplicamos con rigurosidad la normativa de las bases e hicimos modelos y cálculos para determinar el diseño más adecuado. Nos dimos cuenta que la manufactura es esencial para este tipo de pruebas: por lo que utilizamos las máquinas y herramientas de precisión a las que tenemos acceso gracias al Labomat, para conseguir que las uniones transmitieran la carga tal como nosotros las habíamos diseñado.”
“El resultado fue mejor de lo que esperábamos, la maqueta superó por cientos de kilos los pronósticos más optimistas, y nos otorgó el primer lugar en el concurso. Fue un momento muy tenso en el que se cargó nuestra estructura, pero a medida que la carga aumentaba, ella seguía aguantando. Estamos felices de finalmente haber ganado. Los ramos de física, estática y diseño de estructuras nos han gustado mucho a los tres y esta ha sido una instancia óptima para llevar esos conocimientos a una experiencia tangible”, comentó Cristóbal Vial.
Para Tomás García, la experiencia fue “un gran desafío y al mismo tiempo, una experiencia muy enriquecedora. Junto a mis compañeros Jorge y Cristobal logramos desarrollar la maqueta en tiempo récord, lo que nos exigió mucha dedicación, precisión y trabajo colaborativo. Gracias al apoyo de nuestros profesores, al querido laboratorio Labomat y al esfuerzo que pusimos en cada etapa, logramos hacer esto posible obteniendo así el primer lugar. Esta experiencia fue única para llevar a la práctica los conocimientos físicos aprendidos y ver cómo estos se comportan en casos reales.”
“Poder participar en esta nueva edición del concurso, considero que es una excelente oportunidad para poner en práctica lo aprendido y enfrentar nuevos desafíos en el ámbito estructural. Agradezco la posibilidad de formar parte de este equipo, ya que, más allá del puesto de clasificación, lo más valioso es la experiencia enriquecedora que se obtiene a nivel personal y colectivo junto a tus pares. En el caso de nuestro equipo, la idea nació desde un grupo de amigos en búsqueda de nuevos desafíos, donde se generaron instancias para disfrutar entre nosotros y, al mismo tiempo, aprender. Hoy celebramos el resultado del concurso, que sin duda fue posible gracias a la disposición y apoyo de quienes nos acompañaron en este proceso, los profesores Francisco Quitral y Santiago Sáenz, quienes nos brindaron valiosas charlas sobre estructura y madera. Por otro lado, quiero agradecer especialmente a Carmen Valdés por acompañarnos en todos nuestros procesos e iteraciones, tanto en esta como en las participaciones anteriores. También al equipo de Labomat, Pascal Sepúlveda y Christopher Frías, quienes nos facilitaron el laboratorio para la construcción de la estructura y nos aconsejaron durante todo el proceso de elaboración”, destacó Jorge Cárter.
El Equipo de Casa Central
El segundo lugar fue para el equipo conformado por las estudiantes Alexa Luci, María Balén Moreno y María Ignacia Fuentes, que asumieron el desafío con entusiasmo y curiosidad. “Todo surgió de manera espontánea: nos ofrecieron participar y aceptamos de inmediato. La decisión nació principalmente de la curiosidad y de las ganas de aplicar por primera vez todos los conocimientos que habíamos aprendido de forma teórica, convirtiéndolo esto en una experiencia significativa y memorable para nuestro futuro profesional.
“Al recibir las bases técnicas comenzó el proceso de creación. Surgieron varias dudas, que decidimos aclarar con el apoyo y las asesorías de nuestro profesor Matías Correa. Una vez definida la propuesta, acudimos a Pablo Encina en Labomat, quien nos facilitó el espacio y compartió su experiencia sobre el material y el uso de herramientas.”
“También queremos destacar la ayuda de nuestro compañero Joaquín Aguilar, quien nos apoyó en el uso de maquinaria de corte, algo completamente nuevo para nosotras. Su colaboración fue fundamental.”
“Estamos muy agradecidas con todas las personas que confiaron en nuestro trabajo y estuvieron presentes cuando lo necesitamos. Este logro también es de ellos.”
“Fue una experiencia increíble en la que aprendimos muchísimo, no solo a nivel técnico, sino también sobre la importancia de la resiliencia. En varias ocasiones tuvimos que rehacer piezas y comenzar desde cero, pero gracias a ese proceso conseguimos presentar el mejor resultado posible.”
“Por todo esto, queremos invitar a más estudiantes a participar el próximo año. Creemos que es una oportunidad única para que el departamento de Arquitectura pueda vincularse con otras carreras y demostrar de lo que somos capaces. Muchas veces se subestima nuestra formación frente a la ingeniería, sobre todo en el ámbito de los cálculos, pero nosotros no solo dominamos la teoría: también sabemos cómo materializar ideas, y conocemos los materiales eso es clave para lograr resultados reales y potentes.”
Ambos equipos coinciden en que el CNDE constituye una valiosa instancia para integrar el diseño arquitectónico con el pensamiento estructural y demostrar el potencial de los estudiantes USM. “Invitamos a más alumnos a participar. Es una oportunidad única para unir disciplinas y mostrar de lo que somos capaces”, concluyeron.