Política, ambiental y éticamente los términos no son lo mismo.
Se utiliza mucho hoy en día el buscar conceptualizaciones para la arquitectura actual, se busca bastante lograr el apellido sostenible, imaginando diseños respetuosos con el medio ambiente, tal vez bajos en emisiones CO2, mimetizados, solares o verdes. El asunto es que difícilmente se ganarían el apellido de sustentables.
Es una vieja discusión, en la que los medios globales, empujados por el libre mercado, han logrado igualar los términos incluso influyendo en las definiciones académicas.
Así hemos llegado a naturalizar en la opinión chilena que la minería del cobre en Chile es sostenible, que las salmoneras del sur son sostenibles y que la destrucción del bosque nativo y sustitución por pino radiata y eucaliptus es sostenible y por lo tanto ambientalmente positiva.
Todo esto surge de un trabajo iniciado en 1980 por la (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, UINCN[1] que, junto al Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente UNEP y la World Wildlife Found, WWF, con la colaboración de la FAO y la UNESCO, publicaron el documento “World Conservatión Strategy”, lograron un impacto que se considera seminal en las estrategias de desarrollo de aquel momento, hace ya 55 años.
La finalidad de la Estrategia Mundial para la Conservación es alcanzar los tres principales objetivos de la conservación de los recursos vivos:
- Mantener los procesos ecológicos esenciales y los sistemas vitales (selvas, estuarios, humedales, océanos, etc.)
- Preservar la diversidad genética (toda la gama del material genético que se encuentra en los organismos vivos del mundo entero) de la cual dependen el funcionamiento de muchos de los procesos y sistemas.
- Todo esto debiese cumplirse de un modo SOSTENIDO Y SUSTENTABLE. En este punto, escrito originalmente así, se inicia la discusión histórica y la tergiversación de los términos.
Básicamente el desarrollo sostenido, era el necesario crecimiento ECONÓMICO constante que debiesen tener los países, para alcanzar un nivel de desarrollo que asegurase el bienestar (cobijo, salud, alimentación) (y el bien ser, espiritualidad, creatividad, artes, cultura) de la especie humana.
Debido al crecimiento poblacional (4.300.000.000 en 1980 y 8.000.000.000 humanos en 2023) resulta que, como la Tierra es una sola. “Somos cada vez más seres humanos, disponemos de cada vez menos recursos per cápita y debiésemos vivir mejor”
El asunto es asegurar además y prioritariamente, mantener esos recursos para las generaciones venideras. Nos acercamos a los 10.000.000.000 de humanos vivos
Esto último implica que, el necesario desarrollo sostenido debería mantener su “alimento” o “sustento” de modo sustentable por incontables generaciones venideras y por ello, las banderas ambientales tomaron partido por el desarrollo sustentable y el mercado tomó partido por el crecimiento sostenido o desarrollo sostenido.
De allí surge el término SOSTENIBLE que hoy se usa ampliamente, pero que en realidad no sígnica sustentable.
Chile lleva décadas con un crecimiento sostenido (6%, 4%, 2%) nunca ha sido cero o menor. Lo ha hecho extrayendo cobre, hierro, cortando y reemplazando sus selvas nativas, depredando el mar, usando criminalmente las aguas de riego y claro, ha tenido un envidiable “desarrollo sostenido”, pero con una estrategia totalmente insustentable. La codicia por mucho dinero ahora, omite completamente la solidaridad con las generaciones futuras. Los nietos, los bisnietos y los tataranietos, pues, no existen.
Por ello la palabra SOSTENIBLE, por sus raíces, no significa SUSTENTABLE. Lo sostenible puede ser el desarrollo económico, hasta que se pueda. Y lo sustentable es la conservación del ambiente de todos (medio ambiente para muchos. usando una mala traducción de environmental)… y de paso, es bueno advertir que se trata prioritariamente del ambiente para la especie humana, la ciencia estima ya unas 8.000.000 de especies vivas diferentes en el planeta, todas interrelacionadas.
Msc. Ing. Pedro Serrano Rodríguez
junio 2025.
Académico e investigador del Departamento de Arquitectura y director de la Unidad de Arquitectura Extrema de la Universidad Técnica Federico Santa María (UTFSM). También es Socio de la Asociación Chilena del Espacio (ACHIDE), Fundador y presidente del Directorio Fundación TERRAM para el Desarrollo Sustentable, Fellow de Ashoka y Socio del Foro de Altos Estudios Sociales Valparaíso.
[1] La UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) se fundó el 5 de octubre de 1948 en la ciudad francesa de Fontainebleau. Como primera unión ambiental mundial, reunimos a gobiernos y a la sociedad civil con el objetivo común de proteger la naturaleza. Nuestro objetivo era fomentar la cooperación internacional y proporcionar conocimiento científico y herramientas para orientar la conservación.
* Las opiniones vertidas en este espacio son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten, y no representan necesariamente el pensamiento del Departamento y la Universidad.