Dra. Belén Jiménez, académica del Departamento de Arquitectura de la USM, estudia entramados de madera en edificaciones históricas, analizando su resistencia estructural ante sismos y creando estrategias para su reacondicionamiento.
María José Aragonés G. | Periodista Dirección General de Investigación, Innovación y Emprendimiento USM.
Desde su declaración como Sitio Patrimonial de la Humanidad por la UNESCO en 2004, Valparaíso ha enfrentado diversos desafíos políticos y económicos para honrar y valorar este importante reconocimiento cultural. En la actualidad, su arquitectura muestra un progresivo deterioro, lo que hace urgente la implementación de nuevas estrategias, no solo para preservar tales edificaciones, sino que también para comprender su valor patrimonial.
Esta es la problemática que la Dra. Belén Jiménez ha decidido abordar en su proyecto Fondecyt de Iniciación, titulado “Caracterización mecánica, sísmica y reacondicionamiento de estructuras tradicionales de entramado de madera en Valparaíso”. Su investigación se centra en estudiar las construcciones tipo tabique-adobillo, surgidas entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, con el objetivo de comprender su comportamiento mecánico a partir de aproximaciones teórico-experimentales.
La experta señala que, aunque estos entramados de madera provienen de modelos importados de países como Inglaterra, han sido adaptados con éxito al entorno porteño, respetando sus pendientes y demostrando una gran resistencia ante los sismos. Sin embargo, existe poca información sobre su comportamiento real frente a estos fenómenos. Por ello, esta investigación busca generar datos concretos a través de la ejecución de experimentos a escala real que permitan analizar el comportamiento sismorresistente de sus principales componentes estructurales.
El objetivo es crear una base de conocimiento que facilite el desarrollo de estrategias más precisas para mitigar potenciales daños utilizando tecnología avanzada. “En Chile disponemos de muy poca información experimental, lo que dificulta la realización de análisis y simulaciones más avanzadas para comprender con precisión el comportamiento de estos sistemas constructivos históricos, especialmente ante eventos sísmicos de gran intensidad”, comenta la arquitecta USM.
Otro aspecto que aborda esta investigación es el evidente deterioro de las estructuras históricas de madera de Valparaíso debido a las termitas. Por ello, “el estudio busca cuantificar el impacto del daño causado por estos insectos en la resistencia mecánica de la madera estructural”. Diversos estudios han demostrado que, dependiendo del grado de daño, la madera afectada por xilófagos conserva resistencias residuales. No obstante, usualmente este material se descarta y es reemplazado por otro. El equipo de investigación ha analizado pequeñas muestras construidas con material de descarte dañado por termitas para realizar ensayos de tracción, flexión, compresión, etc., y así cuantificar el daño en la madera de roble estructural antiguo. En este sentido, “el tipo de madera, la especie de termita, la humedad y otros factores influyen en resistencia y nivel de deterioro de tales estructuras”.
De esta manera, levantar información técnica y cuantitativa sobre la arquitectura histórica de Valparaíso podría contribuir al desarrollo de investigaciones más avanzadas que integren modelos matemáticos más sofisticados, como son los modelos numéricos, capaces de analizar el problema de la respuesta sísmica en otras escalas, desde edificios completos hasta conjuntos urbanos, facilitando así la predicción del daño en entornos construidos. Al mismo tiempo, este enfoque permite revalorizar esta técnica constructiva tradicional y avanzar hacia estrategias de conservación sostenible para proteger estas piezas arquitectónicas.
El aporte de lo multidisciplinario para la valoración arquitectónica
Las construcciones históricas son un área que ha sido capitalizada por varias disciplinas desde lo técnico hasta lo cultural. Esta perspectiva multidisciplinaria ha sido clave para comprender su historia, singularidades constructivas y comportamiento estructural ante diferentes fenómenos, ya que su análisis “requiere de una base de información técnica y experimental bien sólida, que muchas veces una sola disciplina no logra levantar. Como universidad contamos con laboratorios especializados en fabricación robótica y ensaye de materiales y estructuras, lo que nos ha permitido construir probetas con geometrías complejas, compuestas de uniones carpinteras, con gran precisión, y obtener datos experimentales en colaboración con profesionales de otras áreas del conocimiento”.
Este grupo de investigación multidisciplinario actualmente está conformado por Luis Pérez del Departamento de Mecánica; Ramiro Bazáez, Departamento de Obras Civiles; y Francisco Quitral, Departamento de Arquitectura. Además, estudiantes y tesistas de pre y posgrado han colaborado en este proyecto.
Guía de recomendaciones con enfoque público
Uno de los resultados de investigación es una guía de recomendaciones para la intervención sostenible de este tipo de estructuras, es decir, sugerencias de cómo reparar y reforzar estas piezas arquitectónicas sin tener que reemplazarlas completamente. “Lo que intentamos demostrar al estudiar estas edificaciones y sus capacidades es que su valor patrimonial va más allá de lo estético y cultural, importando también la técnica constructiva que se mantiene en el tiempo y tenemos que preservar. Está apropiación desde lo técnico puede evitar fenómenos como la gentrificación”, puesto que permitiría adquirir este tipo de construcciones para la vivienda con cierta confianza explica la arquitecta.
En esta línea, la Dra. Jiménez recalca el rol que tenemos al formar profesionales que tengan las capacidades técnicas para el rescate y valoración del patrimonio, donde la tecnología es clave para tener un sano equilibrio entre el ponderar lo antiguo con una mirada moderna que vaya en coherencia con las necesidades de la sociedad y la industria.