En estas líneas espero que esté demás en explicar el cambio climático, el calentamiento global y la corriente del Niño, todos fenómenos naturales periódicos, y También con impulsos antropogénicos, que vienen acompañados por peligrosas olas de calor, incendios, temperaturas muy altas, donde la vida humana está en riesgo.
El calor se viene este 2024 y nuestras ciudades carecen aun de estrategias para enfrentar el fenómeno que afectará a todos sus ciudadanos sin distinción, por ello, las soluciones o estrategias de defensa son colectivas de las ciudades. Valparaíso en particular, no cumple con ninguna de las estrategias, sus áreas verdes son escasas. Según el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, Valparaíso es la ciudad que menos áreas verdes ofrece a sus ciudadanos en todo Chile, entendido como área verde un territorio principalmente arbolado y con equipamiento ciudadano. Un tema sumamente peligroso de desconocer, puesto que las áreas verdes son los reguladores térmicos de la ciudad sobre todo por que otorgan sombra y representan un reservorio de agua notable, siendo los vegetales y las planta compuestas de hasta un 80% de agua. También están las islas de calor urbanas, que en algunas circunstancias empeoran la situación subiendo la temperatura local de la isla hasta 4 grados.
Un bosque tarda años en crecer, por lo tanto, lograr áreas verdes necesarias en esta precisa emergencia en Valparaíso, está ya demasiado tarde siquiera de iniciar su implementación.
Valparaíso se ha pauperizado socialmente y crecido territorialmente por el mismo expediente usado hace decenas de años: la ocupación de terrenos hacia la altura, ya sea legal o ilegalmente. La ciudad día a día crece en extensión llegando desde el plan a 4m snm, hasta el camino la pólvora, que en el paso superior las torres, Cerro la Cruz tiene 400msnm.
Los ascensores del siglo pasado llagaban hasta 50msnm, (metros sobre el nivel del mar y el límite era marcado por la actual Avenida Alemania, Valparaíso ha subido 300 metros mas en sólo 60 años, aumentando así su territorio, demás esta decir que, sin áreas verdes, siendo el territorio ocupado susceptible aun a grandes incendios.
Colocado así el problema, solo queda pensar en soluciones alternativas, ojalá duraderas y de implementación rápida, que ofrezcan al ciudadano humedad, temperaturas menores, incluso esparcimiento. Precisamente, importantes ciudades plantearías que ya han sido impactadas por mortales olas de calor han implementado rápidamente, lo que llamaremos bosques de agua en sus ciudades, en sus plazas, paseos, incluso veredas. Siendo los “árboles” de estos bosques de agua chorros controlados del liquido sobre piscinas de muy poca profundidad, transitables por personas comunes para refrescarse en una ola de calor urbana.
En términos municipales resultan una inversión alcanzable y de factura rápida. sólo requieren acceso al agua, la capacidad de recuperarla, por filtrado, micro bombeo incluso con intervención de paneles fotovoltaicos. Si todo esto va acompañado de un plan a largo plazo para mejorar la cobertura verde, sería lo ideal. Entendiendo que la cobertura verde de una ciudad es un programa participativo de años y que estas plazas de agua, son ahora realmente urgentes y pueden estar en cualquier barrio y lugar con acceso público. Cada potencial ubicación requiere de un pequeño estudio y diseño que asuma sus diferencias, pero por lo general se espera que sean simples y aplicables. Hay vidas humanas en juego.


La amenaza de grandes olas de calor e incendios en Valparaíso es real, aun no se materializa del todo, Hay una gran cantidad de la población desprotegida de las ondas de calor que se vienen, sobre todo los más pequeños y los mas viejos, es preferible estar preparados como ciudad. La cantidad de ciudadanos de bajos recursos, viviendas precarias y falta de áreas verdes cercanas, ha aumentado luego de la Pandemia y todo ello se ha esparcido hacia los cerros más altos de Valparaíso. Todos somos ciudadanos y tenemos derecho a la máxima protección del estado y las instituciones que gobiernan la ciudad. Los bosques de agua son un paliativo posible en la emergencia, dado que no tenemos ninguna defensa del calentamiento global o el fenómeno del Niño, estos pequeños paliativos pueden proteger la vida de los mas vulnerables.
DR.(c). Msc. ING. Pedro Serrano Rodríguez
Académico investigador Departamento Arquitectura UTFSM
Universidad Técnica Federico Santa María Carrera, Valparaíso, Chile.
Miembro del Foro de Altos Estudios Sociales de Valparaíso
Director Unidad de Arquitectura Extrema UTFSM.
Fundador Editorial USM.
Socio Asociación Chilena del Espacio. ACHIDE
Fundador y Presidente Directorio Fundación TERRAM, para el Desarrollo Sustentable.
Fellow Ashoka, Innovators for the Public.
pedro.serrano@usm.cl
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