La Ciudad sin cables – Columna Pedro Serrano

Ayer, aprovechando un día luminoso, subimos por terapia, con un kinesiólogo, al campo dunar de Concón, recuperando el caminar perdido, llegamos a un punto alto y tuve consciencia de un mirar que está negado a la mayoría de los ciudadanos, pude mirar al este La Campana, El Roble, El Mauco, la cordillera lejana, hacia el sur los cerros más allá de Valparaíso, hacia el norte la Silla del Gobernador y hacia el oeste la enorme extensión brillante del Pacífico.

Lo impactante del momento y el lugar era darse cuenta, tener consciencia presente de que, NO HABÍA UN SOLO CABLE NI POSTACIÓN INTERRUMPIENDO EL MIRAR.

pedro-columnasAlgo tan simple en la naturaleza en las alturas y tan imposible para el habitante urbano que nace, crece y se desarrolla rodeado de cables, cables que en la actualidad han llegado a visones casi surrealistas de postaciones con cientos de hilos plastificados, que cubren toda visión del paisaje. En este punto el cerebro humano nos juega una pasada interesante, que nos evita el estrés de vivir mirando un ambiente y paisaje saturado de cables. Es interesante constatar que de tanto mirarlos, no los vemos. La imagen es filtrada en nuestro cerebro como información no importante.

Pero están allí, en muchas partes de Chile volvimos a darnos cuenta de ellos, luego que un temporal de vientos derrumbara miles de árboles sobre el tendido de cables, de teléfono, de tv cable, fibra óptica, de electricidad de media y baja tensión.

Miles de familias quedaron sin servicio eléctrico, se perdieron millones de dólares en comida en los refrigeradores de miles de familias y en las conserveras de cientos de negocios, se detuvieron actividades productivas, sin calefacción eléctrica en pleno frio del invierno, hubo dramas con personas electrodependientes, se pararon semáforos y se suspendieron clases, sobre todo, oh milagro, volvimos a ver los millares de cables y postes que ensucian la ciudad.

En medio de una crisis por el alza de las tarifas eléctricas, vimos, nos dimos cuenta de que, todos esos cables, postes, energía y desastres, eran propiedad privada transnacional y vimos, con toda claridad, que el mal servicio tenía, dos semanas después, a 20.000 familias sin energía. Fuimos testigos de que el Estado de Chile no tenía control alguno sobre la situación de esa energía creada con recursos de la patria, administrada por terceros que, aun semanas después, no responden adecuadamente a un servicio vital pagado por todos. Obviamente hay daño económico, no prestación de servicio y daño moral, los costos de las multas para las empresas deben ir más allá que la simple energía no suministrada

Mas allá de este contexto nacional, pude mirar desde las dunas al país con ínfulas ABC1 que se extiende en la extensión sur y la extensión norte del santuario nacional, perdido por la expansión sin ética de las inmobiliarias, incluidos los socavones el fallido hotel de punta piqueros, y al lado norte los edificios sobre las antiguas dunas de Los Lilenes.

Sorpresa: en los dos kilómetros de grandes edificios interrumpidos sólo por las dunas públicas que quedan, NO HABÍA UN SOLO CABLE NI POSTACIÓN INTERRUMPIENDO EL MIRAR.

Luego de regreso, cuando comienza el Concón urbano, a una mirada preparada, aparecen los postes y los miles de cables que inundan la ciudad de clase media más pobre.

Hay entonces una segregación y digámoslo así, inequidad, en el tratamiento del paisaje público por parte de las compañías eléctricas, el tratamiento de un servicio, supuestamente público, está asociado al estrato socio económico y que, en términos generales, el soterramiento de cables y desaparición de los postes es totalmente posible para todo asentamiento urbanizado de Chile.

Se viene un clima más cambiado con tormentas y vientos cada vez más fuertes, el decir que tal viento, lluvia o inundación, eran inesperadas o nos tomaron por sorpresa, ya no es posible, las condiciones serán peores. Solo queda asegurar que para mejorar las condiciones del servicio eléctrico y otras que hoy usan la postación, habrá que invertir en soterrar los cables y hacer desaparecer los postes.

El acceso a la energía eléctrica debe como un derecho social indispensable para la población.
No se especifica en Chile, si dicho acceso tiene legalmente una discriminación en la calidad de servicio según estrato socio económico.
Si la constitución chilena establece el derecho a vivir en un ambiente sin contaminación. ¿serán los cables y los postes contaminación visual?

Muchas preguntas a resolver con el estado de Chile, que como mandante, debe normar en sus tratos con la empresas eléctricas privadas. Lo que realmente importa es avanzar en la calidad de vida de los Chilenos.

Cumplir el justo sueño de una ciudad sin cables.

Msc. Ing. Pedro Serrano Rodríguez
Académico e investigador del Departamento de Arquitectura y Director de la Unidad de Arquitectura Extrema de la Universidad Técnica Federico Santa María (UTFSM). También es Socio de la Asociación Chilena del Espacio (ACHIDE), Fundador y Presidente del Directorio Fundación TERRAM para el Desarrollo Sustentable, Fellow de Ashoka y Socio del Foro de Altos Estudios Sociales Valparaíso.


* Las opiniones vertidas en este espacio son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten, y no representan necesariamente el pensamiento del Departamento y la Universidad.

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María Cirano

Chile 🇨🇱
Arquitecta y Fotógrafa

El Ingeniero Comercial USM realizó un MBA en Control de Gestión en el Institut Léonard de Vinci.

Andy Carreño, Ingeniero Comercial de la Universidad Técnica Federico Santa María conoció a su actual señora -de nacionalidad francesa- en nuestra Casa de Estudios. Por ello, decidió emigrar a Francia, donde estudió un MBA en Control de Gestión en el Institut Léonard de Vinci. Cabe destacar, que en su época universitaria realizó una pasantía en La Bocconi, universidad ubicada en Milán.

Andy el 2016 decidiste comenzar una nueva vida en Francia, ¿cómo surgió esta idea y por qué en aquel país?

“En mi época universitaria me fui de intercambio a La Bocconi, universidad ubicada en Milán. Me enamoré de Europa y siempre quise volver. Además, conocí a mi actual señora francesa quien se encontraba de pasantía en la Universidad Técnica Federico Santa María.

Luego de finalizar mis estudios, decidí emigrar a Francia para estar con ella. No obstante, la gran dificultad de este cambio de vida ha sido el idioma aunque éste ha mejorado año tras año. Cursé una formación intensiva para aprender francés y posteriormente trabajé en una start up lo que me permitió obtener un mejor nivel escrito y oral de la lengua. Además, realicé un MBA en Control de Gestión en el Institut Léonard de Vinci.

Vivir en el extranjero ha sido una gran experiencia. Me reúno con una comunidad de chilenos para eventos claves, como lo son las Fiestas Patrias. También, los franceses me han acogido muy bien en los trabajos y han sido empáticos con mi llegada”.

Volviendo al pasado, ¿por qué decidiste estudiar en la Universidad Técnica Federico Santa María? ¿qué valoras de ser un exalumno de nuestra Casa de Estudios?

“Nací en Valparaíso y gran parte de mi familia estudió en la Universidad Técnica Federico Santa María. Por ello, decidí ingresar a dicha Casa de Estudios. Su prestigio e historia, la hace aún más única.

Por otra parte, me siento orgullo de ser parte de la comunidad sansana. He visto bastantes reportajes de exalumnos y de académicos que se destacan en un área en particular. Tengo excelentes recuerdos y lo que más me fascina es la infraestructura del edificio emblemático del Campus Casa Central Valparaíso.

La USM me entregó una formación sólida que nos lleva a ser excelentes profesionales, donde encontramos soluciones a todos los problemas. Además, contamos con una tremenda capacidad de adaptación”.

Por otra parte, estudiaste un MBA en Control de Gestión en el Institut Léonard de Vinci ¿cómo calificarías dicha experiencia?

“Fue una gran experiencia estudiar un MBA en Francia, donde mi objetivo fue conocer las finanzas internacionales y francesa. Allí conocí muchas personas de múltiples culturas e hice grandes contactos”.

 

Finalmente, ¿cómo te ves de acá a cinco años más? ¿cuáles son tus proyecciones profesionales?

“Me gustaría relacionarme más con la agricultura francesa. Además, mi proyecto a mediano plazo es ser asesor financiero de dicha industria en este país”.