¿Postes y Cables o Árboles y Sombra? – Columna Pedro Serrano

Aquello que, coloquialmente, hemos llamado las “tripas de la ciudad”, las múltiples redes de tuberías y cables que hacen que la ciudad funcione y sus habitantes logren acceder a los flujos fundamentales es la trama que casi nadie ve, pero que es anterior o más importante que cualquier proyecto industrial o inmobiliario. Las redes, su distribución, respaldo de carga y soporte, son lo que permiten dibujar la planta de la ciudad, no sus edificios.

pedro-columnasHace un par de décadas, bajo las calles de las ciudades chilenas corrían redes de agua potable, redes de agua para incendios, redes de recolección de aguas lluvias, redes de aguas servidas o alcantarillado, tuberías de gas natural, tuberías de gas de petróleo. Casi todas ellas, superando los causes abiertos medievales, circulando subterráneas.

Luego venían vía aérea, las antiguas redes de telégrafo, las redes de teléfonos alámbricos(casi extintas), la televisión por cable (en extinción), las redes de electricidad, de alta tensión, media tensión, alumbrado y tensión domiciliaria, desgraciadamente, todas ellas usando y compartiendo postación callejera ocupando las veredas de toda la ciudad, no siempre con tino urbano, priorizando el negocio por sobre el ciudadano.-

Uno de los problemas más notables, se produce porque las empresas detrás de esas redes aéreas no estaban ni están obligados a retirarlas del paisaje, llegando a producirse enmarañados y surrealistas nudos de cientos hasta miles de cables en grotescos nidos de cobre con aislante. La mente humana, por la persistencia de la imagen en el cerebro, le permite a transeúnte cotidiano no ver siquiera los cables que obviamente deterioran el paisaje urbano.

Está claro que para las redes aéreas urbanas es más barato y directo, desentenderse e irlas dejando allí, mientras no se haya normado el retirarlas. De hecho, muchos de esos cables corresponden a empresas que ya no existen y las ciudades no logran regular el evidente desastre. También es evidente el conflicto entre estas redes y el arbolado urbano y los árboles no tienen defensa, puesto que en sí, no son ningún negocio a defender.

Durante el último siglo y medio, las ciudades como Santiago han crecido exponencialmente y sus redes generales se han visto sometidas situaciones de evidente estrés, sobre todo porque para responder a la demanda creciente de la expansión, no hay nada más fácil que agregar más cables, más postes y más nudos.

La crisis arbolado v/s tendido eléctrico ha hecho hoy en día un desastre mayor, gracias al cambio climático por calentamiento global, que ha alterado el patrón de tormentas, con intensas lluvias en poco tiempo, ríos atmosféricos cada vez mayores, vientos huracanados de 100 o más km/hr incluso tornados costeros. La última lluvia de agosto de 2024 ha derrumbado gran cantidad de árboles mayores, ¿donde?…precisamente sobre el descuidado tendido eléctrico de zonas urbanas y periurbanas. Sólo en Santiago fueron derrumbados 2000 arboles mayores, provocado el corte de energía eléctrica a miles de clientes en distintas comunas, caídas de cientos de postes de hormigón, cortes de comunicación, alumbrado, semáforos, detención de plantas de bombeo de agua, en algunos casos casi por una semana, con millonarias pérdidas en alimentos congelados, crisis para enfermos electrodependientes, detención de faenas industriales, detención de clases en colegios. Muchos usuarios y comunas se han querellado legalmente contra las empresas eléctricas, en varias regiones de Chile.

Evidentemente, hay un desencuentro entre la postación, los miles de kilómetros de cables y el arbolado de la ciudad, ambos con mala mantención y descoordinados entre sí sobre todo frente al viento. Uno: la postación y el cableado son negocio hoy privado en Chile y Dos: el arbolado cuyo valor socio ambiental es enorme, pero no es valorado económicamente: sombra, control de temperatura y humedad, reducción de carbono, amortiguación de ruido, mejor paisaje, tienen un valor socioambiental incalculable en las ciudades y, a la hora de elegir, corrresponden dos cosas: supervisión estructural de todos los árboles, que la ciudad planta y cuida, más soterramiento seguro de todos los cables.

Todo indica que los vientos serán peores cada año y que el soterramiento de cables, aparte de limpiar el paisaje urbano resultará a la larga, mucho más barato para las compañías…que los costos de reparación y el pago de millonarias multas que debiesen caerle a las empresas.

Puestos a elegir, resulta que un poste de hormigón lleno de cables, no da sombra, no secuestra carbono, no regula ni la temperatura ni la humedad y difícilmente, constituirá paisaje. Solo servirá para llevar un servicio pagado a multinacionales, de un modo fácil y barato frente a las alternativas. Por su lado, plantar árboles de gran altura y frágil raíz, será siempre un peligro urbano, lo que corresponde es plantar árboles de mayor copa, que den sombra generosa, menos altos y más enraizados, sobre todo nativos locales, ya mucho pedir sería plantar frutales bien trabajados de cuidado vecinal, que den sombra y frutas. ( leer la ciudad comestible)

Echarle la culpa al viento por los cortes de luz y la caída de árboles ya no debiese proceder, sabemos desde ya que, vendrán vientos mayores, lluvias más intensas, ríos atmosféricos e inundaciones, seguir con los mismos postes, cables de antaño y árboles urbanos gigantes demostrará lo predicho por Einstein: hay dos cosas infinitas: la expansión del universo y la estupidez humana.

Pedro Serrano Rodríguez
Académico e investigador del Departamento de Arquitectura y Director de la Unidad de Arquitectura Extrema de la Universidad Técnica Federico Santa María (UTFSM). Socio de la Asociación Chilena del Espacio (ACHIDE), Fundador y Presidente del Directorio Fundación TERRAM para el Desarrollo Sustentable, Fellow de Ashoka y Socio del Foro de Altos Estudios Sociales Valparaíso. Agosto 2024.


* Las opiniones vertidas en este espacio son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten, y no representan necesariamente el pensamiento del Departamento y la Universidad.

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María Cirano

Chile 🇨🇱
Arquitecta y Fotógrafa

El Ingeniero Comercial USM realizó un MBA en Control de Gestión en el Institut Léonard de Vinci.

Andy Carreño, Ingeniero Comercial de la Universidad Técnica Federico Santa María conoció a su actual señora -de nacionalidad francesa- en nuestra Casa de Estudios. Por ello, decidió emigrar a Francia, donde estudió un MBA en Control de Gestión en el Institut Léonard de Vinci. Cabe destacar, que en su época universitaria realizó una pasantía en La Bocconi, universidad ubicada en Milán.

Andy el 2016 decidiste comenzar una nueva vida en Francia, ¿cómo surgió esta idea y por qué en aquel país?

“En mi época universitaria me fui de intercambio a La Bocconi, universidad ubicada en Milán. Me enamoré de Europa y siempre quise volver. Además, conocí a mi actual señora francesa quien se encontraba de pasantía en la Universidad Técnica Federico Santa María.

Luego de finalizar mis estudios, decidí emigrar a Francia para estar con ella. No obstante, la gran dificultad de este cambio de vida ha sido el idioma aunque éste ha mejorado año tras año. Cursé una formación intensiva para aprender francés y posteriormente trabajé en una start up lo que me permitió obtener un mejor nivel escrito y oral de la lengua. Además, realicé un MBA en Control de Gestión en el Institut Léonard de Vinci.

Vivir en el extranjero ha sido una gran experiencia. Me reúno con una comunidad de chilenos para eventos claves, como lo son las Fiestas Patrias. También, los franceses me han acogido muy bien en los trabajos y han sido empáticos con mi llegada”.

Volviendo al pasado, ¿por qué decidiste estudiar en la Universidad Técnica Federico Santa María? ¿qué valoras de ser un exalumno de nuestra Casa de Estudios?

“Nací en Valparaíso y gran parte de mi familia estudió en la Universidad Técnica Federico Santa María. Por ello, decidí ingresar a dicha Casa de Estudios. Su prestigio e historia, la hace aún más única.

Por otra parte, me siento orgullo de ser parte de la comunidad sansana. He visto bastantes reportajes de exalumnos y de académicos que se destacan en un área en particular. Tengo excelentes recuerdos y lo que más me fascina es la infraestructura del edificio emblemático del Campus Casa Central Valparaíso.

La USM me entregó una formación sólida que nos lleva a ser excelentes profesionales, donde encontramos soluciones a todos los problemas. Además, contamos con una tremenda capacidad de adaptación”.

Por otra parte, estudiaste un MBA en Control de Gestión en el Institut Léonard de Vinci ¿cómo calificarías dicha experiencia?

“Fue una gran experiencia estudiar un MBA en Francia, donde mi objetivo fue conocer las finanzas internacionales y francesa. Allí conocí muchas personas de múltiples culturas e hice grandes contactos”.

 

Finalmente, ¿cómo te ves de acá a cinco años más? ¿cuáles son tus proyecciones profesionales?

“Me gustaría relacionarme más con la agricultura francesa. Además, mi proyecto a mediano plazo es ser asesor financiero de dicha industria en este país”.