La Universidad Técnica Federico Santa María celebró una charla magistral que reunió a dos referentes del país: el arquitecto Cristian Castillo Echeverría, Premio Nacional de Arquitectura 2024, y la dirigenta Valeria Bustos Arriagada, Premio Nacional de Dirigencia Social y Comunitaria 2025.
El encuentro, organizado por el Departamento de Arquitectura y Vinculación con el Medio del Campus San Joaquín, fue un espacio de reflexión sobre los desafíos actuales de la vivienda en Chile, en un contexto donde —como recordó Castillo— “un 25% de la población nacional no vive en un entorno digno”.
La actividad se inauguró con las palabras del Director Académico del Campus San Joaquín, Claudio Tapia, y del Director del Departamento de Arquitectura, Sandro Maino, quienes destacaron la importancia de concretar un encuentro que vincula formación académica, compromiso social y pensamiento crítico en torno a la vivienda y el hábitat colectivo. En la ocasión participaron estudiantes de Arquitectura tanto de Casa Central Valparaíso como del Campus San Joaquín, quienes tuvieron la oportunidad de dialogar directamente con dos referentes nacionales.
Vivienda y territorio: la historia de Ukamau
La conversación destacó la experiencia de la comunidad Ukamau, organización que ha liderado procesos de autogestión y lucha por la vivienda en el corazón de Santiago. Su historia ilustra cómo las familias en condición de allegamiento han buscado permanecer en sus territorios, a pesar de las barreras impuestas por el alto valor del suelo urbano.
Mientras el SERVIU financia 3 UF por suelo, en comunas centrales de la capital el valor puede superar las 35 UF, generando lo que Castillo describió como “dos Chiles”: uno con acceso a localización y oportunidades, y otro relegado a la periferia.
Arquitectura y comunidad: repensar el habitar
Entre los ejemplos compartidos, el Proyecto Maestranza se alzó como un hito histórico: el primer condominio social desarrollado tras la dictadura, diseñado con un enfoque comunitario. En él, los espacios comunes, pasillos, corredores y terrazas funcionan como áreas de encuentro cotidiano, mientras los automóviles se mantienen fuera de la vida diaria, priorizando la vida barrial.
Los desafíos del presente —señaló Castillo— son claros: viviendas con un metraje mínimo de 70 m², diseños adaptados a la estructura familiar, y la incorporación de espacios comunes que fortalezcan la vida colectiva en un país donde las personas se sienten cada vez más solas.
La voz de la dirigencia social
Por su parte, Valeria Bustos Arriagada enfatizó la importancia de la organización comunitaria y la memoria identitaria en los proyectos de vivienda. La experiencia de Ukamau, sostuvo, demuestra que la gente “quiere quedarse en su territorio” y que el diseño arquitectónico puede y debe reconocer esa aspiración.
Ambos coincidieron en la necesidad de superar un sistema que privilegia la subsidiariedad —donde la institución intenta resolver los problemas de manera aislada— hacia un modelo basado en la co-responsabilidad, en el que Estado, profesionales y comunidades construyan soluciones conjuntas.
Un diálogo necesario
La presencia simultánea de dos Premios Nacionales en el escenario convirtió a esta charla en un acontecimiento inédito para la comunidad universitaria y para el debate sobre la vivienda en Chile. Estudiantes, académicos y actores sociales pudieron compartir visiones sobre cómo enfrentar una de las crisis más urgentes del país: garantizar el derecho a habitar en entornos dignos, bien localizados y con espacios que promuevan el encuentro comunitario.
Enlaces relacionados