Columna profesor Pedro Serrano – Especulaciones sobre futuros espaciales

pedro-columnasEstamos ante una confrontación OTAN-Rusia, reflejada en el campo de batalla ucraniano, una tragedia para un país del continente europeo y sus 42 millones de habitantes, hombres mujeres y niños, un país por donde pasaron, en son de guerra, tropas de Napoleón, tropas del régimen Nazi y hoy en día miles de tropas rusas. Están en la frontera de dos imperios que no paran de agredirse, Estados Unidos y Rusia. Por supuesto, como en todas las guerras la información es confusa, tendenciosa, manejada para lado y lado, y podemos deducir que hay mucho sufrimiento que aún no termina. Se repiten Siria, Afganistán, Georgia, Irak, Chechenia, y otros lugares donde ambas potencias han hecho la guerra y matado a miles en territorios ajenos, por donde hay petróleo, pasa gas o tienen la mala suerte de ser estratégicos para ambos lados. Todo esto ha tenido acciones y contra acciones en muchos campos: global, económico, político, ambiental y por supuesto, hoy en día, en el campo espacial. Hablaremos de lo último.

Lo espacial comenzó a desarrollarse después de la Segunda Guerra Mundial, cuando los aliados tomaron por lado y lado científicos y técnicos alemanes que habían desarrollado un exitoso avance en cohetería. Los cohetes permitieron mutuas amenazas con un arsenal nuclear creciente y por supuesto llegar al espacio exterior de nuestro planeta, con satélites de comunicaciones, geomensores, satélites espías, satélites militares, armas ofensivas y defensivas. También, algo bueno: la ciencia terrícola recibió un enorme impulso conociendo más el planeta, sus recursos, las condiciones del espacio e incluso explorar el sistema solar y más allá.

En el espacio extraterrestre ambos bloques se encontraron primero en una estación rusa, MIR, y luego en el ensamble de la gran estación espacial internacional, ISS. Hasta aquí la cooperación científica parecía ir tejiendo lazos entre los dos grandes bloques. La estación partió con un bloque ruso y siguió con muchos otros con componentes europeos, japoneses, canadienses. Mientras tanto, nuevos participantes activos en el esfuerzo espacial surgieron con fuerza: China, Emiratos Árabes e India, llegaron solos e independientemente con misiones a Marte, Israel estrelló misiones en la Luna y China colocó sus sondas en la cara oculta selenita. La ESA europea, Japón, la NASA y ROCOSMOS, que tenían capacidad de lanzamiento, parecían un gran conglomerado espacial terrícola trabajando juntos con muchos otros países. Debemos recordar que el Fasat Alfa chileno se perdió en un lanzamiento ruso.

Después del final del transbordador espacial norteamericano, Rusia mantuvo por casi 10 años los viajes de abastecimiento y tripulaciones multinacionales de la estación espacial. De hecho, hasta estas semanas Rusia compartía con la ESA su espacio en el puerto de Guayana y las Soyuz seguían prestando servicios conjuntos. Los astronautas internacionales seguían aterrizando en Kazajistán, e incluso las Soyuz seguían llevando turistas espaciales americanos. Tenemos 2 telescopios espaciales increíbles y finalmente, Elon Musk, un privado de origen sudafricano, con Space X, logró retornar los viajes de Estados Unidos a la estación ISS, soñando con Marte, constelaciones de Internet y estaciones en la Luna.

La guerra ha puesto un paréntesis y un punto suspensivo a esta historia de estrategia espacial internacional conjunta. Aún no sabemos qué va a pasar, así que especulemos.

Si Rusia decide salirse y/o es expulsada de esta estrategia conjunta espacial, la ISS corre un peligro enorme, dado que los cambios y ajustes de altura y rumbo se hacen con las dos naves Soyuz que están acopladas a la estación. Además, los módulos rusos tienen la planta mayor de recuperación de aguas y aire. Sin Rusia en el juego la NASA no tendría hoy cómo “manejar” la estación: debería estratégica y rápidamente, acoplarle sistemas de propulsión y de escape a la Tierra (hoy son Soyuz). Si Rusia desacopla sus módulos, la cosa puede ser fatal. La ISS es aún tanto rusa como norteamericana, incluso hay un módulo japonés.

¿Qué pueden hacer los rusos?, pues irse con los chinos que tienen su propia y flamante estación espacial orbital funcionando y tripulada. Taikonautas y cosmonautas podrían seguir haciendo una estación espacial conjunta. Los vuelos rusos para colocar satélites, que eran los más baratos y accesibles del mercado global ahora serían una oferta “del otro lado”. Entendiendo que históricamente hemos estado del lado de Estados Unidos, ¿Cuál será la posición de Chile en este escenario? Interesante asunto para el gobierno de Gabriel Boric, siendo China nuestro principal comprador de cobre y litio, también quien domina el mercado eléctrico nacional con Chilquinta y Chilectra, incluso Transelec, con la construcción de embalses y concesiones camineras, dueña de parte del litio en SQM. Fantástico tema de conversación, decisiones y futuros que parte con las decisiones de esta guerra y decisiones de un gobierno nuevo.

Todo conflicto como este, más allá de la tragedia de una guerra que podría ser global o no, trae consigo amenazas y oportunidades, como en el viejo FODA. Una planificación estratégica chilena de los posibles escenarios espaciales, que de eso estamos hablando, (hay varios), debiese ser un ejercicio del país y sus planes espaciales, que sí los tenemos. Brasil y Argentina nos ganan por lejos en los procesos espaciales, son Sudamericanos, están cerca, tal vez puedan ser un buen bloque si nos animamos a unirlo. También la India resulta interesante, tienen buena informática, buenos cohetes y lograron colocar una misión en Marte por menos de lo que vale un avión jet de pasajeros. Nuestra experiencia en Dubai nos ha mostrado que los Emiratos Árabes ya llegaron a Marte y podrían ser buenos aliados, lo que entraría en cierta contradicción con nuestro afán de comprar satélites israelitas. En fin, las especulaciones pueden ser infinitas, pero hay que hacerlas pensando en el futuro de los planes espaciales de Chile y aquí está la Asociación Chilena del Espacio (ACHIDE), un grupo de profesionales Independientes y sobre todo DIVERSOS, para abrir un foro sobre estos asuntos.

Fuente original: Foro de Altos Estudios Sociales Valparaíso

* Las opiniones vertidas en este espacio son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten, y no representan necesariamente el pensamiento del Departamento y la Universidad.

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María Cirano

Chile 🇨🇱
Arquitecta y Fotógrafa

El Ingeniero Comercial USM realizó un MBA en Control de Gestión en el Institut Léonard de Vinci.

Andy Carreño, Ingeniero Comercial de la Universidad Técnica Federico Santa María conoció a su actual señora -de nacionalidad francesa- en nuestra Casa de Estudios. Por ello, decidió emigrar a Francia, donde estudió un MBA en Control de Gestión en el Institut Léonard de Vinci. Cabe destacar, que en su época universitaria realizó una pasantía en La Bocconi, universidad ubicada en Milán.

Andy el 2016 decidiste comenzar una nueva vida en Francia, ¿cómo surgió esta idea y por qué en aquel país?

“En mi época universitaria me fui de intercambio a La Bocconi, universidad ubicada en Milán. Me enamoré de Europa y siempre quise volver. Además, conocí a mi actual señora francesa quien se encontraba de pasantía en la Universidad Técnica Federico Santa María.

Luego de finalizar mis estudios, decidí emigrar a Francia para estar con ella. No obstante, la gran dificultad de este cambio de vida ha sido el idioma aunque éste ha mejorado año tras año. Cursé una formación intensiva para aprender francés y posteriormente trabajé en una start up lo que me permitió obtener un mejor nivel escrito y oral de la lengua. Además, realicé un MBA en Control de Gestión en el Institut Léonard de Vinci.

Vivir en el extranjero ha sido una gran experiencia. Me reúno con una comunidad de chilenos para eventos claves, como lo son las Fiestas Patrias. También, los franceses me han acogido muy bien en los trabajos y han sido empáticos con mi llegada”.

Volviendo al pasado, ¿por qué decidiste estudiar en la Universidad Técnica Federico Santa María? ¿qué valoras de ser un exalumno de nuestra Casa de Estudios?

“Nací en Valparaíso y gran parte de mi familia estudió en la Universidad Técnica Federico Santa María. Por ello, decidí ingresar a dicha Casa de Estudios. Su prestigio e historia, la hace aún más única.

Por otra parte, me siento orgullo de ser parte de la comunidad sansana. He visto bastantes reportajes de exalumnos y de académicos que se destacan en un área en particular. Tengo excelentes recuerdos y lo que más me fascina es la infraestructura del edificio emblemático del Campus Casa Central Valparaíso.

La USM me entregó una formación sólida que nos lleva a ser excelentes profesionales, donde encontramos soluciones a todos los problemas. Además, contamos con una tremenda capacidad de adaptación”.

Por otra parte, estudiaste un MBA en Control de Gestión en el Institut Léonard de Vinci ¿cómo calificarías dicha experiencia?

“Fue una gran experiencia estudiar un MBA en Francia, donde mi objetivo fue conocer las finanzas internacionales y francesa. Allí conocí muchas personas de múltiples culturas e hice grandes contactos”.

 

Finalmente, ¿cómo te ves de acá a cinco años más? ¿cuáles son tus proyecciones profesionales?

“Me gustaría relacionarme más con la agricultura francesa. Además, mi proyecto a mediano plazo es ser asesor financiero de dicha industria en este país”.