Los océanos del planeta han estado subiendo su nivel durante bastantes años, las causas físicas de ello son básicamente dos, las dos causadas por el aumento paulatino de la temperatura superficial de globo. Como tres cuartas partes del mismo están cubiertas por océanos, son los océanos quienes manifiestan más concretamente su aumento de temperaturas, más allá de los fenómenos como el Niño y la Niña, este aumento paulatino causa un fenómeno por todos conocido, pero que a la escala global tiene consecuencias notables: el agua cuando se calienta se expande, pero no aporta al peso total que es el objetivo de este artículo.
La segunda causa del aumento de nivel tiene que ver con el derretimiento de los supuestamente “hielos eternos”, que son enormes reservas de agua congelada por miles de años, en los glaciares de montañas de todo el planeta y plataformas de hielo en el Ártico, la Antártica y Groenlandia.
Toda esta agua ha estado repartida en la Tierra durante milenios, pero el calentamiento global de los últimos 200 años ha llevado mucha agua dulce derretida a los océanos, generando un aumento, medido satelitalmente, en los últimos 30 años de una media global de 10 cm.
Mareas altas, mareas bajas, diferentes fuerzas gravitacionales, pasadas de la Luna, al final una crecida neta media de 10 cm y está inundando tierras bajas y ciudades costeras.
Esto lo estaremos leyendo y viendo en todos los medios de comunicación del mundo, por lo tanto, insistiremos en una posible consecuencia, muy poco abordada hasta ahora y que, para fines de siglo, con 50 cm o un metro más de agua oceánica puede ser más que notable: Toda esa extensa membrana de 10 cm de altura tiene por gravedad un peso no menor…
Los océanos del planeta está todos interconectados, esto significa que el crecimiento medio los afecta a todos, Cubren un 70,9% de la superficie total, 361.132.000 kilómetros cuadrados y contienen aproximadamente el 97% del total de agua que suponemos en la Tierra, el tema del peso añadido a toda esta agua por el agua dulce proveniente de los derretimientos. De la misma manera el peso que antes había en las bases glaciares (montañas) se ha trasladado a los océanos, 1 kg corresponde al peso de un dm3 de agua, un cubo de 10x10x10cm, por lo tanto, en un metro cuadrado por 10cm de alto se contienen 100 litros de agua o sea 100kg de peso. Un kilómetro cuadrado es un cuadrado de 1000 x 1000 metros, o sea 1.000.000 de metros cuadrados, multiplicado esto por 100 kilos se tienen 100.000.000 de kilos de agua por cada kilómetro cuadrado que sube 10 cm, físicamente son 100.000 toneladas. Como esto ocurre sobre todos los océanos del planeta, el peso total del agua trasladada de lugar es de 361.132.000 x 100.000ton= 36.113.200.000.000 toneladas.
La observación especial que anota este artículo, se refiere a que este peso extra de enormes proporciones se apoya de modo parejo sobre la superficie de todas las placas tectónicas que hay debajo de los océanos, presionando de modo extra el manto líquido que hay bajo la corteza, lo que es muy probable que se refleje en mayores erupciones de lava y gases encerrados, fracturas de las uniones de placas y aumento de la actividad sísmica en los territorios superficiales.
Si no fuesen sólo10cm y fuesen 100cm o sea un metro de aumento de los océanos, con mucho hielo derretido, es muy probable que el planeta más allá del cambio climático, las grandes tormentas, y todas esas proyecciones catastróficas de inundaciones de fin de siglo, es muy probable que la actividad sísmica vulcanológica, por el peso sobre las placas esté muy aumentada, con consecuencias atmosféricas impredecibles.
Podría ser una de las formas con que Gaia, la Tierra como entidad viva, reaccione físicamente para mantener sus equilibrios, asunto que suele demorar bastante, porque los tiempos geológicos son más extendidos que los humanos. Llevamos casi 300 años emitiendo CO2 a la atmósfera, limpiando enormes superficies de bosque, haciendo retroceder glaciares y extinguir aceleradamente especies. Los humanos con nuestra civilización, somos como un parásito o bacteria de rápido crecimiento, a la Tierra le pica algo y tendrá que rascarse, genera un sarpullido y seguir rascándose hasta terminar con la picazón… o con la bacteria.
Por lo tanto, en un periodo más bien corto, hemos calentado el planeta, el calor produce subida de los océanos, la subida produce actividad volcánica, la atmosfera se cubre de polvo, la cubierta atmosférica de varios años enfría la Tierra por muchas décadas y aquí estamos, en un planeta nuevamente frio, más frio que antes, disminuye la actividad volcánica, la atmosfera se despeja algunas décadas, después llegaremos a los 14,5 grados Celsius, que era la temperatura media global de antes del inicio de la infección. Evidentemente con toda la plaga humana bastante cambiada por haber debido adaptarse a tanto desastre.
Por supuesto esto es una especulación a partir de matemáticas breves, pero lo que viene parece ser que irá más allá del calentamiento global contra el que debiéramos luchar este siglo, el asunto puede ser aún más dramático. Cuando la Tierra se rasca, lo hace en forma.
Msc. Ing. Pedro Serrano Rodríguez
Académico Departamento Arquitectura UTFSM
Miembro Foro de Altos Estudios Sociales de Valparaíso.
Presidente Directorio de Fundación TERRAM
Fellow de Ashoka
2019-2020-2021-2022-2023
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