El proyecto Pabellon 25, desarrollado por estudiantes de nuestro Departamento en el taller de tercer año guiado por los profesores Francisco Calvo, Katherine Cáceres y Amaya Glaría, fue nominado a Obra del Año por ArchDaily.
La metodología del taller realizado el segundo semestre de 2022, propuso indagar en el desarrollo de estrategias proyectuales desde el estudio de sistemas constructivos en madera, entendidos como nodos y entramados vectoriales capaces de ser transformados desde una lógica iterativa de repetición y diferenciación. Dando origen a un set de propuestas arquitectónicas integrando las limitaciones tectónicas de la madera y las condiciones espaciales del uso actual del Santuario.
La propuesta final, resultado de un concurso interno del taller, se caracteriza por la organización radial de 7 cerchas de madera que varían su altura desde un perímetro de 3.5mts hasta a la sección central que alcanza los 6.8mts, buscando coronar un nuevo punto de referencia dentro del recorrido del Santuario. Se incorpora un anillo de suelos que van acompañando el descenso del terreno, a modo de gradas para congregar tanto actividades de reunión educativas como simplemente detenerse a descansar durante las caminatas recreativas en el Parque.
Condicionado por un entorno de alto valor paisajístico, el pabellón se orienta hacia el borde de los acantilados, jerarquizando así las vistas al Pacífico como un lugar privilegiado para el avistamiento de aves y el reconocimiento de la flora endémica. Ecosistema sobre el cual es posible indagar gracias a la incorporación de ilustraciones científicas desarrolladas por la bióloga marina Sol Pacheco, integradas al pabellón como infraestructura interpretativa de las especies más características que cohabitan en el Santuario.
Para garantizar la durabilidad y resistencia del Pabellón 25, especialmente en un entorno paisajístico extremo propio de los acantilados del Santuario, se trabajó en colaboración con Concón Maderas Impregnadas. Esto permitió contar con un material idóneo para estructuras que estarán en contacto directo con el entorno natural y la intemperie. Este tratamiento de la madera permite prolongar significativamente la vida útil del pabellón, reduciendo la necesidad de futuras intervenciones de mantenimiento.