Columna profesor Pedro Serrano: Valparaíso y la batalla del fin del mundo

Haciendo zapping en Netflix, llegué a la serie noruega Ragnarök. En ella la lucha entre dioses mitológicos y gigantes de fuego, continúa en tiempos modernos con computadores, internet y celulares. Los gigantes están en el lado del mal y los dioses deben buscar salvar a los humanos y lograr el viejo equilibrio inestable.

pedro-serranoHasta allí como argumento de ficción la cosa estaba bien, el choque espeluznante vino cuando, como telespectador, me entero que lo que hacen los malos es dominar un pueblecito noruego del norte montañoso, por medio de una gran industria, que da trabajo a todos, es dueña de la radio, maneja la escuela, la política, el gobierno local, la prensa, da donativos y contamina el ambiente, principalmente sus aguas, el mar y la de bebida, con desechos tóxicos en específico cadmio, plomo, níquel, mercurio.

Allí la cosa se puso espeluznante, pues es exactamente lo que sucede en el pueblo que veo al otro lado de la bahía de Concón, el territorio de Quintero–Ventanas Puchuncavi, donde se ha detectado plomo, arsénico, cadmio, sulfatos en el agua de los pozos; con su bahía contaminada. Vi por años la pluma kilométrica de SO2, que quemó para siempre el territorio agrícola de Puchuncavi. Al igual que en la ficción Ragnarök, acá realmente han muerto y siguen muriendo muchas personas de cáncer, hay una agrupación ciudadana de muertos y enfermos de cáncer y más intenso aun: han caído, en varias ocasiones cientos de niños niñas y mayores intoxicados, anda tu a saber con que impactos en su vida futura por emanaciones misteriosas, que el sistema público chileno y los institutos que debiesen vigilar niegan tajantemente, no operan o se hacen los desentendidos.

Han pasado dos años de estos eventos masivos de intoxicación de jóvenes estudiantes y aquí, en el Chile cotidiano, no ha pasado nada, salvo eso si, para los habitantes de Quintero-Ventanas-Puchuncavi que no tienen credibilidad, prensa ni cobertura. Los gigantes dominan bien todo eso.

Bueno la realidad chilena no es una película de ficción ambientada el 2020 en un país desarrollado en la cumbre del estado de bienestar europeo, es la realidad concreta de nuestro subdesarrollo el 2021, 20 kilómetros de mi ventana de Concón, Valparaíso, Chile, Sud América. También he asistido en persona a derrames de petróleo en el Aconcagua y también he respirado de tarde en tarde, durante 50 años, los efluvios y partículas tóxicas de la Refinería de la antigua ENAP hoy Refinería de Petróleos de Concón.

La gran diferencia es que acá no están ni Thor Ni Odín, si no que los gigantes de fuego actúan sin contrapeso. No hay dioses. Sólo infinita ambición y avaricia. Se trata de una forma de producir conocida por algunos como capitalismo salvaje, donde lo principal es mover la economía, mover el mercado, hacer y concentrar mucho dinero en pocas familias, producir bienes y servicios para una sociedad de consumo galopante y por contrapartida, males y carencias para una población residente, empobrecida, silenciada y sometida. Que a propósito y más encima, tiene un pésimo sistema de salud, espantoso de seguridad y malo de educación.

Siguiendo el mismo argumento ficticio, una empresa de la Suecia real, también del máximo estado de bienestar planetario, Boliden Mineral AB, depositaron en plena dictadura, (1985), 20.000 toneladas de tóxicos en Arica. Otra vez Arsénico, plomo, cadmio y mercurio. (¿suena conocido?) El Estado de Chile construyó encima del vertimiento una poblacion, 12.000 personas han estado expuestas, el resultado: concebir hijos que experimentan abortos espontáneos; niños que padecen defectos de nacimiento, incluidos trastornos neurológicos, hidrocefalia y espina bífida. Y no es película, es Chile real. Falta espacio aquí para hablar de nuestras salmoneras, mineras y hasta de Dominga.

Como anécdota ficticia, los gigantes de fuego noruegos deciden exportar sus desechos tóxicos a Sierra Leona en Africa Occidental, no es chiste, cual un Chile ficcticio, mas cercano.

Chile necesita combustibles y derivados del petróleo, necesita productos químicos, energía eléctrica, y procesar su cobre, Chile necesita extraer producto, manufacturar, procesar importaciones, generar trabajo, salud y riqueza, pero Chile no necesita que esto se logre con esa brutalidad inimaginable hacia el ser humano, el habitante y la naturaleza chilenas. Un Ragnarök distópico persiste en nuestra provincia.

Msc. Pedro Serrano Rodríguez
Presidente Fundación Terram para el desarrollo Sustentable
Director Unidad de Arquitectura Extrema UTFSM
Fellow de Ashoka
Miembro del Foro Valparaíso.
Septiembre 2021

* Las opiniones vertidas en este espacio son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten, y no representan necesariamente el pensamiento del Departamento y la Universidad.

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María Cirano

Chile 🇨🇱
Arquitecta y Fotógrafa

El Ingeniero Comercial USM realizó un MBA en Control de Gestión en el Institut Léonard de Vinci.

Andy Carreño, Ingeniero Comercial de la Universidad Técnica Federico Santa María conoció a su actual señora -de nacionalidad francesa- en nuestra Casa de Estudios. Por ello, decidió emigrar a Francia, donde estudió un MBA en Control de Gestión en el Institut Léonard de Vinci. Cabe destacar, que en su época universitaria realizó una pasantía en La Bocconi, universidad ubicada en Milán.

Andy el 2016 decidiste comenzar una nueva vida en Francia, ¿cómo surgió esta idea y por qué en aquel país?

“En mi época universitaria me fui de intercambio a La Bocconi, universidad ubicada en Milán. Me enamoré de Europa y siempre quise volver. Además, conocí a mi actual señora francesa quien se encontraba de pasantía en la Universidad Técnica Federico Santa María.

Luego de finalizar mis estudios, decidí emigrar a Francia para estar con ella. No obstante, la gran dificultad de este cambio de vida ha sido el idioma aunque éste ha mejorado año tras año. Cursé una formación intensiva para aprender francés y posteriormente trabajé en una start up lo que me permitió obtener un mejor nivel escrito y oral de la lengua. Además, realicé un MBA en Control de Gestión en el Institut Léonard de Vinci.

Vivir en el extranjero ha sido una gran experiencia. Me reúno con una comunidad de chilenos para eventos claves, como lo son las Fiestas Patrias. También, los franceses me han acogido muy bien en los trabajos y han sido empáticos con mi llegada”.

Volviendo al pasado, ¿por qué decidiste estudiar en la Universidad Técnica Federico Santa María? ¿qué valoras de ser un exalumno de nuestra Casa de Estudios?

“Nací en Valparaíso y gran parte de mi familia estudió en la Universidad Técnica Federico Santa María. Por ello, decidí ingresar a dicha Casa de Estudios. Su prestigio e historia, la hace aún más única.

Por otra parte, me siento orgullo de ser parte de la comunidad sansana. He visto bastantes reportajes de exalumnos y de académicos que se destacan en un área en particular. Tengo excelentes recuerdos y lo que más me fascina es la infraestructura del edificio emblemático del Campus Casa Central Valparaíso.

La USM me entregó una formación sólida que nos lleva a ser excelentes profesionales, donde encontramos soluciones a todos los problemas. Además, contamos con una tremenda capacidad de adaptación”.

Por otra parte, estudiaste un MBA en Control de Gestión en el Institut Léonard de Vinci ¿cómo calificarías dicha experiencia?

“Fue una gran experiencia estudiar un MBA en Francia, donde mi objetivo fue conocer las finanzas internacionales y francesa. Allí conocí muchas personas de múltiples culturas e hice grandes contactos”.

 

Finalmente, ¿cómo te ves de acá a cinco años más? ¿cuáles son tus proyecciones profesionales?

“Me gustaría relacionarme más con la agricultura francesa. Además, mi proyecto a mediano plazo es ser asesor financiero de dicha industria en este país”.